5/04/2008

José Luis Martínez Rodríguez (I)

HABRÍA que ser como los bares
y tener morro,

cara suficiente como para decirnos
que las palabras de afecto empiezan a salir con voz pasiva,
que es evidente que empieza a declinar
el amor aquel de los pijamas grises en el parvulario
cuando al parvulario le faltaban las paredes,
las lunas, los arbolitos, el techo y tus pequitas (...)
para ser una casita de papel
-llena de nanos-
que inspirase a su celador amigo de las hojas
y la postura curvada, como de flexo humano para otro
escritor que no fuera él;

porque lo nuestro comienza a no chutar,
a ponerse del color del cuervo que nos ha estado pitando
los dos tiempos: el tuyo, y el mío;
que no eran el mismo,
que no hablábamos de lo mismo,
que no buscábamos lo mismo;

que todo se ha partido, roto, hecho polvo,
polvo...

de Pameos y meopas de Rosa Silla, 1971.


2 comentarios:

Boirina dijo...

Has ganado el Premio de Honor. Pasa por mi blog (http://atelierdefengshui.blogspot.com/2008/05/premio-de-honor.html) para recogerlo. ¡Felicidades!

Agustín S. A. dijo...

interesante, no conocía a este señor poeta.

besos