10/31/2009

No había qué decir, qué hacer. No había.
Todo era cuestión de lo demás.

10/24/2009

La única manera de hacer algo diferente es hacer algo diferente. No hay otra. Es así; hay cosas que son como son, porque el maíz no es sólo maíz.

Es cuando brillas, sobre todo cuando brillas y te sientes bien, fuerte, aunque sea brevemente, como para que venga un gilipollas a decirte que te tienes que sentir de otra manera sólo porque él piensa que te tienes que sentir de otra manera. Tú le miras y dices: "Eres gilipollas". Fin de la conversación. Es lo que funciona. Pero para brillar no hace falta mucho. Sólo mirarse al espejo y saber que brillas. Sentir que brillas, notar que brillas. Y la luz es tu luz, más clara o más oscura, eso a gustos. Yo no me meto.
Claro que, también está el bourbon que nunca viene mal, sobre todo según de qué bocas. Y las conversaciones... cuando te sientas a hablar con alguien y mola. Aunque a momentos también sea un gilipollas y critique por el placer de criticar o porque le tocas los cojones. Entonces dice: "Estoy harto de que todo el mundo necesite amor". Y guardas el insulto para una mejor ocasión respondiendo: "He dicho que estoy mimosa, no que necesite amor (tontolava)". Necesario es lo que no puede no ser. Y juro que se puede vivir sin amor un rato
y sin mimos
y sin agua
y sin skype
y sin teléfono
y sin coche
y sin cafés.
Uno puede vivir solo. Es todo una cuestión de organización y autoconvencimiento. Allá cada uno.
No se puede menospreciar el silencio. El silencio de llegar a casa y no oír más ruido que el de los joputas de los vecinos charlando en el descansillo a las dos de la mañana, que ya son horas. Al final, siempre se callan, aunque tengas que salir en pijama y con el cuchillo del pan. El silencio es sublime. Y más tras un buen gemido.

10/12/2009

Jodido



El pensamiento se me destrozó al convertirlo en palabra


y tuve que callarme.