7/28/2006

Las huelgas... de la vida

Hoy tenían que llegar a Berlín dos amigas que querían visitarme en Alemania, pero la huelga del Prat les ha impedido llegar. Ahora espero que me digan si intentan coger el vuelo del domingo o si me esperan en España.
Todavía no me he enterado bien de cuál es el problema, y tampoco sé qué voy a hacer yo... todo me resulta raro. Claro que no podría ser de otra manera, cuando eres rara, tienes una vida rara, haces un erasmus raro y tus relaciones son raras. Sigo pensando, aunque nadie sabe qué (ni yo misma). Besete

Anat

7/25/2006

Las campanas (II)



Hay en este lugar en el que ahora habito y que pronto tendré que abandonar un ruido singular y universal. Hace ya mucho tiempo (o al menos eso parece en los quebraderos de mis recuerdos) al salir del Cleanicum oí varios toques de campana, anunciaban las seis de la tarde y me hizo sentirme como en casa...
Meses más tarde alguien sujeto mi cabeza y me hizo girarla para admirar el maravilloso eco que forman las campanas del Rathaus en la Marktplatz de Jena. Aquello trajo a mi memoria la imagen anterior y desde ese día, siempre que suenan vuelvo mi rostro hacia ese lugar (este donde esté) y escucho atentamente...

7/24/2006

Y al final quiero verte de nuevo contenta...


sigue dando vueltas... SI AGUANTAS DE PIE

7/20/2006

Con los ojos abiertos

Joan me dejó el primer comentario (¡¡Gracias!!) en el blog: dice que es triste... y tiene razón. La verdad es que últimamente no ando especialmente inspirada para sonreír. Me quedan pocos días en Jena y es período de exámenes: estress y más estress. Pero sigo con los ojos bien abiertos, procurando aprender, descubrir, escuchar, disfrutar y ya sabéis que, a veces, esos caminos son un poco difíciles... Quizá el secreto de la felicidad sea hacer todo eso sonriendo no??

7/13/2006

Podéis iros y dejadme

Podéis iros y dejarme sola. Estoy acostumbrada. Siempre hacéis lo mismo. Podéis iros y en la despedida no escuchar ni una sola palabra de lo que estoy diciendo, podéis no preocuparos de cómo estoy o de qué siento. Podéis no querer entenderme. Podéis despreocuparos completamente de mí. Porque ya no sois necesarios, nunca lo habéis sido, ahora parece que solo quisistéis compartir conmigo migajas. Podéis iros y dejadme sola, pero no quiero que lo hagáis, aunque siempre lo hacéis

7/11/2006

El refugio

Te has convertido en mi refugio, en el único lugar en el que me apetece estar, en el que me apetece expresarme. Este es el único sitio en el que no debo nada a nadie, ni hacer, ni decir, no se espera nada de mi y mis propias mentiras (y verdades) son lo único que importa, porque no hay jueces ni nadie que seleccione ni determine qué es lo correcto. Y yo sigo intentando mirarme en el espejo y el reflejo no me devuelve más que imágenes de las que ya huí.
¿Quién es tu fuerza? Me preguntarás mañana y yo te diré: tú lo fuiste un tiempo, antes lo fueron otros... tú, tú maldito libro antiguo, tú maldita alma cansada... tú me das la fuerza porque no puedo herirte, porque tampoco puedo complacerte y porque no me importa ya cómo me mirarás la próxima vez que me veas. Tú, que te crees demasiado fuerte y poderoso. Tú, que olvidas que soy joven y que tengo todo el derecho del mundo a equivocarme. Tú, que pagaste un mal día conmigo. Tú que me dijiste la verdad aún cuando no tenías razón y aún cuando la tenías. Tú... que no eres nadie en concreto, sino la suma de muchos. Tú que sabes que me estoy perdiendo y no quieres salvarme (o al menos eso dices). Tú....
Debería seguir escribiendo, pasar horas y horas, envolviéndome en palabras, dejando pasar el tiempo y que nada acabe bien, una y otra vez quejarme y llorar... sería tan fácil y me apetece tanto... hundirme en mis propios argumentos... y hoy sólo me apetece un abrazo y que dejen de darme lecciones por un par de horas.

Esta soy yo


Esta soy yo. Por fín tengo rostro en este blog y es este (el mío). Me presentaré: me llamo Anat, tengo 21 años (en noviembre cumplo 22) y soy de Zaragoza (pero todo esto ya está en mi perfil).

Vanlat es mi "otro nombre" un apodo que yo misma creé para entrar en Internet. No sé bien por qué.

7/09/2006

El club de los poetas muertos o como cambia la visión

Neil Perry murió ayer por la noche, otra vez. Ronald Keating se cercioró de lo importante que puede llegar a ser un solo hombre. Todd Cameron se enfrentó a sí mismo y al fantasma de su hermano subiéndose a un pupitre antiguo de un viejo colegio norteamericano. Yo estaba allí para verlo.
En un momento de verdadero fracaso personal, como es este, la visión del Club de los poetas muertos casi me hace renacer. Y digo casi, porque los absolutos no existen (es un vicio que estoy dejando decididamente).
Para quien no conoce la película, disculpadme por contaros el final... de todas formas no dejéis de verla, porque el mensaje está en cada uno de los fotogramas que preceden a los momentos que ya he contado. La capacidad de un hombre, la capacidad de un joven, la presión social... todo se rebate, todo se pone a prueba, todo se dice, todo se capta y todo nos llega como telespectador.
Hoy ha sido uno de esos días raros. Si hubiese estado en Zaragoza, posiblemente hubiera puesto en el DVD Love actually y me hubiera hartado de llorar para acabar con una sonrisa entre los labios. No estaba en Zaragoza, no tengo aquí Love Actually, dispongo sólo de algunos dvds que he comprado en Alemania (donde las películas son mucho más baratas). Hay quien diría que tenía que ser así, porque lo que tiene que ser, es; tarde o temprano.
Ahora estoy aprendiendo que no es así y mi vieja idea de que la vida es una frase escrita con cada una de las opciones posibles vuelve a rondarme la cabeza. No sé si recordáis o si conocéis, esos libros que presentan varias opciones al lector. “Si el gato se cae de la mesa, pasa a la página 14; si el gato se come el pastel, pasa a la 32”... Si existe una biblioteca de la vida, debe ser algo así. ¿Qué sentido tenemos nosotros aquí? ¿Conocernos unos a otros, amarnos, reproducirnos, influirnos...? No podría ser tan fácil ¿No? Al fin y al cabo, lo que acabo de decir lo hacemos todos, antes o después.
No sé cuántas veces me he dicho a mí misma la frase: “lo que tiene que ser, es” ni tampoco cuántas se la habré dicho a alguien... ¡Cuánta mentira en tan pocas palabras! Lo que tiene que ser... ¿quién decide eso? Las cosas son cuando somos lo suficientemente capaces de luchar por ellas, ni antes ni después. Da igual cuánto deseemos algo si no vamos a por ello. Podríamos estar toda la vida esperando a que nuestro deseo llamara a nuestra puerta. Eso es lo más duro de todo, saber que sólo tendremos lo que somos capaces de conseguir. Y eso aún cuando a la vida no le dé por molestar y ponerse “tocapelotas”.

8.07.06

7/08/2006

Nacer, crecer, morir o de cómo la vida puede cambiar en un solo momento sin que sepamos (I)

Cuando creé este blog, buscaba la manera de expresarme con libertad, sin que mi nombre, mi imagen, ni nada de lo que ya era, ni la gente que ya conocía pudieran coartarme. Con el paso de los días y de las conversaciones acabé dándome cuenta de que lo único que me limita soy yo.
Así, conforme iba escribiendo empezaba a hablar de mi y de la gente que me rodea y esto creció un poquillo. Pero no poder decir mi nombre, ni poder mostrar una imagen no acababa de gustarme. Después de mucho pensar, de mucho irreflexionar sobre el mundo, de buscarme en alguna parte de algún lugar decidí seguir sin hablar de este blog a nadie pero deciros mi nombre, mostraros mi rostro... en el momento en el que sea preciso.
Este blog parece casi como un novio, jejeje. No se lo presentas a tus padres hasta que llega el momento oportuno, y te vas descubriendo un poco en él, un poco en tu mundo, un poco en todo.
La verdad es que la idea que hoy tenía sobre lo que iba a escribir ha ido variando bastante desde que la concebí (allá como a la 13) hasta que me he puesto a escribir. Al principio quería hablar de una de las primeras personas que apareció en este blog o mejor dicho de cómo ha afectado a mi vida a pesar de no ser absolutamente nada en realidad.
¿Por qué está escrito realidad? Porque ayer descubrí, gracias a alguien que no tenía ninguna razón (en el sentido de deber) para estar donde estaba ni para decir lo que dijo... pero lo hizo, que la realidad en el sentido pleno, concreto y social en el que la entendía hasta ahora no existe. Ich meine, sí existe, pero no es importante. Lo importante es el momento, lo que nosotros vivimos.
¿Alguna vez habéis conocido a alguien que haya dicho exactamente lo que vosotros pensáis? En el mismo instante en el que vosotros no érais capaces de hacerlo o quizá en el momento en el que algo os había bloqueado esta idea. Estoy leyendo y no me gusta demasiado, creo que es el alcohol y el cansancio, así que reflexionaremos en otro momento sobre la irrealidad de la realidad.
Saludos
Anat

7/06/2006

Lo que el espejo devuelve cuando se le va la niebla

Esta mañana me he despertado con una sensación rara que no me ha abandonado a lo largo del día de hoy. Después de pasarme media tarde tirada en la cama, de no conseguir descifrar lo que me pasa por la cabeza... bueno da igual... os lo contaré otro rato el mundo me dice que vuelva a casa aunque es lo que menos me apetece hacer. Definitivamente, odio la incomunicación.

7/05/2006

Rosalía de Castro (I)

Las Campanas

Yo las amo, yo las oigo,
cual oigo el rumor del viento,
el murmurar de la fuente
o el balido de cordero.
Como los pájaros, ellas,
tan pronto asoma en los cielos
el primer rayo del alba,
le saludan con sus ecos.
Y en sus notas, que van prolongándose
por los llanos y los cerros,
hay algo de candoroso,
de apacible y de halagüeño.
Si por siempre enmudecieran,
¡qué tristeza en el aire y el cielo!
¡Qué silencio en la iglesia!
¡Qué extrañeza entre los muertos!

Rosalía de Castro

Promesa y gracias

Tú no lo sabes. Soy tu propio reflejo y te estoy mirando. Tú crees que estás escribiendo, sólo te estás viendo. Te estás descubriendo a través de palabras. Crees que lo haces por los demás. Te equivocas. Sólo estás pensando en ti ahora mismo. Por primera vez en mucho tiempo, tú eres lo más importante. Sin más intenciones escondidas. Hoy vas a guardar silencio sobre lo que hiciste, un silencio que durará mientras te mantengas fuerte y seas capaz de guardar tu secreto. Lo más lindo de este secreto es eso, que es un secreto, que nadie vendrá a leer porque le pediste que lo hiciera, aquel que te lea, te leerá sólo por leer, por curiosidad; sin saber, que te estás abriendo a él.
Mucha gente conoce tu nombre, aunque dudo que lo recuerden. A la vez tan simple y tan propio, tan personal y tan extraño. ¿Te ves ahora? Sí tus ojos siguen siendo del mismo color, pero tu mirada tiene un brillo que había perdido y tu sonrisa un punto pícaro que hacía mucho que no recordabas... aunque en algunas fotos salga, aunque todo el mundo lo conozca, la sonrisa que hoy enseñas sale desde tu interior, desde lo más profundo de tu interior.
Ha llegado la hora de dar las gracias. Gracias a ese hombre que te sorprendió con un piropo y un beso. Gracias a ese hombre que te devolvió las conexiones nerviosas e hizo que tus piernas flaquearan sin saber por qué. Gracias a ese hombre cuyo carácter y vida inventaste con un par de frases y que te sorprende cuando descubres algo nuevo de él. Gracias a ese hombre que no sabe que le debes tanto. Gracias a esos hombres que quieren amarte. Gracias a todos los demás, que no quieren amarte, pero que te han regalado una nueva visión de ti y de tu mundo. Gracias a todos los que allanaron el camino para que así fuera. Gracias a los que te dieron la vida. Gracias a los que te la intentaron quitar porque te hicieron mucho más fuerte. 4 de junio de 2006

El guerrero de la luz y el agua

El guerrero de la luz a veces actúa como el agua, y fluye entre los obstáculos que encuentra.
En ciertos momentos, resistir significa ser destruido; entonces, él se adapta a las circunstancias. Acepta sin protestar que las piedras del camino tracen su rumbo a través de las montañas.
En esto reside la fuerza del agua; jamás puede ser quebrada por un martillo, ni herida por un cuchillo. La más poderosa espada del mundo es incapaz de dejar una cicatriz sobre su superficie.
El agua de un río se adapta al camino más factible sin olvidar su objetivo: el mar. Frágil en su nacimiento, lentamente va adquiriendo la fuerza de los otros ríos que encuentra.
Y a partir de un determinado momento, su poder es total.


Paulo Coelho, Manual del guerrero de la luz, 1997, página 47

Descubriéndome

Últimamente reflexiono bastante sobre la gente que me rodea o quizá debería decir de la que me rodeo. Sí, creo que en este punto de mi vida es lo más correcto. Últimamente reflexiono bastante sobre la gente de la que me rodeo. Entre ellas se encuentran personas que me han obligado, la mayoría sin saberlo, a “despertar” del sueño en el que andaba metida. Resulta curioso que muchas de ellas también anden perdidas o, al menos, eso me parece a mí. En cualquier otro momento (apenas unos meses) hubiese ido corriendo a ayudarles, a hablar con ellas, a hacerles notar su estado onírico. Ahora no. ¿Cómo puedo despertarlas ya si yo casi tengo los ojos cerrados todavía? ¿Cómo puedo despertarlas sin saber si quieren ser despertadas? Lo único que puedo hacer es hablar con ellas, como hago ahora, contarles mi historia y dejad que ellas mismas decidan o simplemente, que esperen a que les ocurra. Vosotros que no me conocíais antes de ahora podéis no ver diferencia entre una cosa y otra. Es simple, al darme la libertad de ser, vi la libertad de los demás, también para ser lo que ellos mismos decidan. No sé si el cambio me hará más feliz, como tampoco sé si aquel que, creo, vive siguiendo las normas sociales no está viviendo sus propias normas (y a la inversa).
Sé que no tengo poder, sé que soy débil, sé que me equivocaré... y extrañamente me siento más poderosa, más fuerte y segura que nunca.


Siempre me sorprende mi capacidad de perder el hilo cuando hablo o escribo. La gente de la que me rodeo ahora mismo es un poco particular. Estoy viviendo en Alemania y “mis amigos” quedan ahora un poco lejos. He hecho otros, gente a la que ahora llamo amigos sin dudarlo y que no sé por cuánto tiempo estarán en mi vida. Entre ellos se incluyen algunos que conocí al llegar y otros que he tardado más en descubrir. Estos últimos son los que acabaron de cortar la venda de mis ojos. Y digo acabaron, descubrí hace no mucho que sin subir el primer escalón, no se llega al segundo.
“Mis amigos” españoles (de España) han cambiado. Uno recorrió Vietnam durante un mes, otra descubrió el sexo, otra me dejó que la descubriera de nuevo, otro intentó no echarme de menos, otras me han apoyado continuamente y se han enamorado y desenamorado. Y todo esto, que resulta bastante inconexo, es cierto, viene para hablar de “una amiga” (aquí las comillas resultan tremendamente irónicas) que me hizo darme cuenta de cómo estaba cambiando yo. Digamos que me hizo lo que vulgarmente se llama una putada. Defiende su postura con unos argumentos que antes me parecían válidos... gracias al mundo, ya no. Me resulta increíble ahora que pudiera haberlos entendido en algún momento de mi vida.
La vida demuestra todo su valor irónico en casos como el que acabo de contar. Durante años defendemos unas ideas, unos sentimientos que nos parecen válidos y casi absolutos y, de repente, sólo dos años después somos capaces de refutar cada uno de ellos.

Cuanto más escribo para este blog, más ideas se me ocurren, más cosas sobre mí que explicar o decir... para poder leerlas. La decisión de mantener mi nombre oculto, de no decir quién soy, de no mostrar una imagen con mi cara... me da miedo y me impone respeto a la vez. La decisión ha sido tomada sin darme cuenta, creo que necesito un poco de tiempo para acostumbrarme a mi reflejo, llevan siendo ya bastantes años de no identificarlo y lo mismo me asusto.
4.7.06

7/04/2006

¿Por qué?


El día que llegué, fue lo primero que vi... o por lo menos lo primero de lo que soy consciente. Ahora los días se van acortando cada vez más y las listas de cosas a hacer alargándose de manera espectacular (de hecho, el blog no entraba en los planes, y aquí estoy)...
¿Hermoso? Mucho, pero sólo una parte más de esta fantáctica tierra en la que me encuentro. Y nunca mejor fue usado este verbo: en esta tierra, en la que me encuentro ahora y a mí misma. Me redescubro. Y digo re-descubro...
Me miro al espejo (algún día os hablaré de mi relación con ellos) y por fin, soy capaz de verme. Reconozco mi nariz y mis ojos, los labios y las mejillas. Así, que sigo aquí conmigo misma, no me había ido... menos mal...
La única razón que tengo para escribir este blog es la necesidad imperante de no olvidar, de poder recordar todo lo que estoy pensando ahora, pero sobre todo CÓMO estoy pensando y seguir siendo yo.

Vanlat

Mirando de frente

Tú no lo sabes, pero ahora estás mirándote de frente. El reflejo que durante tanto tiempo has negado... es el tuyo. Sí eso eres ahora. Ahora eres eso. Más bien antes eras eso, ahora lo sigues siendo... aunque el brillo de tu mirada es nuevo. Te vas... ya casi no queda tiempo para hacer todo lo que tenías pensado... te vas... ¿esperarás más todavía?