11/30/2008


Hoy me repito.


Tengo razones...

11/26/2008

Tengo ganas de encontrarte.
Y miedo.
Y frío.
Y abrazos guardados para ti.
Y lágrimas.

11/25/2008

No es algo que puedas entender

Siempre digo lo mismo, pero cada vez lo digo menos. Y es que me hace menos falta.

Es la hora del cierre y las persianas van cayendo. Aquí o allá se oye el ruido metálico que marca el final de una noche larga, llena de las eses que hacemos al andar apoyados el uno en el otro. La calle está vacía. Aparecen los primeros rayos de luz y ecos de risas haciendo chistes malos sobre el sol que no está y que tanto se busca.

El tarareo de una canción. Cajas de cartón. Dilo bonito. Se mala, que me gusta cuando eres mala. Miradas clavadas en el pecho. Hoy llevas los ojos negros. Regálame un anillo. Es la cruz de la vida. No podréis contra nosotras, nooo. Pásamelo. El bar de al lado. Bretón.

Hacemos un festival de abrazos para que nos vea todo el mundo. Que lo sepan. Nos queremos, nos abrazamos. Los besos se nos confunden con caricias y ya está el ovillo desmadejado.

Ahora... ¿qué?


El susto impar

Asustarse es un verbo impar. Como admirarse. Cantar es par y reír debería serlo.
Silencio también es impar, aunque de otro tipo. Silencio es cosquillas en los pies. Y los pies son dos. Y eso es par. Así que las cuentas no siempre cuadran. Pero da igual porque para eso existen los números: hacen que las cosas cuadren, y sean lógicas, y deje de tener sentido pensar en otras... O empiece a cobrarlo, no lo tengo claro.
Pero está claro qué es par. Lo dice la RAE que es ser igual y para eso hace falta otro y eso ya son dos (por lo menos) y eso es par, porque son dos. Me parece claro. Al menos debería serlo. El problema de ser par es que son dos y si son más, son grupos de dos; lo que para este planteamiento siguen siendo dos y que no se distingue de otros dos. La cuestión es que dos, que es par, a veces es impar. O, mejor dicho, cualquier par que se precie está formado por dos unos que, evidentemente, son impares. Creo que es la única manera de desengancharse.

Ahora, el guapo que sepa, que enseñe.

11/21/2008

Hellville de luxe


¿Y si me tumbo y tú sigues cantando durante horas?

11/20/2008

Y tú... Para ya
¿no ves que hay una luz
en el fondo de mi corazón?


Ser bruja es agotador. Todo el día cantando hechizos y ocultando mentiras a otros que no saben qué eres. Todo el día dando la cara bonita, la fácil, la dúctil para que cuando enseñes la cruz nadie te diga ole. Las frases siempre son palabras con referentes almacenados en algún rincón de una mente global que no alcanzo a tocar. Puff, demasiada metafísica sin sentido.
Parece que hay algo que se me escapa, no llego a rozarlo con la punta de los dedos. Mil caminos y no sé cuál tomar. ¿Dónde estoy? ¿Dónde estás? ¿Dónde? ¿No confías en el destino? Sólo confío en lo que hago, llámame descreída y majareta, pero la magia de la que hablas aparece cuando uno quiere que aparezca... aunque no nos demos cuenta antes.
No sé, hace frío y me canso de jugar a ser mujer sensible sin sentimientos. ¿Te hace un combate?

Anacrónica

Mamá ya me ha dado permiso.
Puedes empezar a cortejarme.

11/18/2008

Empecé a pensar que estábamos demasiado ocupados mirándonos a los ojos y escuchándonos como para darnos cuenta de que el mundo seguía girando y de que esta vez tampoco pararía por nosotros.
Empecé a pensar que hacía demasiado frío como para dormir sola el resto del tiempo que ocupara nuestra historia.
Empecé a pensar que era diferente a todas las demás.

Pronto me di cuenta de que empezaba a pensar mal.

11/16/2008


Miércoles, jueves, viernes,

sábado, domingo, lunes,
martes, miércoles, jueves,
viernes, sábado

y el domingo descansó.

11/11/2008

Podría aceptarlo. Podía. Jodería. Seguiría.
Sólo hablo de seguir. No sé cuál es el camino, pero está ahí o debe estarlo. Crecerá bajo mis pies.

¿Seguro que no quieres venir?
Si dices que no, nos encontraremos en la próxima intersección.

11/07/2008

Conversaciones


Algunas son como el sexo.

Siempre quieres más.


11/06/2008

Costalera


Uno tiene que ser costalero de su propio cuerpo
y de sus propias penas.

Estaba casi bien. Quiero decir, no había preocupaciones excesivas.
Había asumido mis imposibles. Mis estudios rodaban y yo con ellos.
Sólo una cosa que no entendía. No me reía. Y quería reírme;
la sonrisa abierta y las carcajadas de hipo, los mofletes de niña chica...
no aparecían en el catálogo.

Los busqué debajo de la almohada y entre las sábanas negras de H.,
desmonté un sofá-cama en el que nadie duerme desde el primer cuarto,
pensé que quizá se habían quedado pegados en algún espejo
y recorrí todos los escaparates de aquí a Sevilla, por si acaso...
Si la tenía B. sólo tendría que pedírsela
y estaba segura que ni F. ni L. se la habían llevado
(aunque no podría jurarlo); a no ser que se escondiera
en uno de los bolsillos de A. y se fuera a conocer mundo...

Lo que yo decía, que mi sonrisa no aparecía.
Pero de frente y para no olvidarlo apareció M.
¿Y ahora?
Ni sonrisa ni leches. Sujetándome el puño para no darle.
Agujas que pinchan y no sacan sangre. Diluvios en los ojos.
-Hola...
¿Cómo que hola?¿Quién eres tú para mirarme?¿Quién eres tú
para negar mi dolor, mi rabia, mi vida, mi sueño, mi aprendizaje?
¿Quién eres tú para despreciar?
¿Quién eres tú?
Sólo gilipollas, gracias.
(Aunque, de eso, sea responsable, en parte, mi amor)


Lo dicho: copazo, chocolate, chucherías, lágrimas y escritura.
Por fín llegó el momento del encuentro. Creo que no salí tan mal parada (porque pararme, me paré).

11/03/2008

Ficción (I)

J. es sólo un autómata los sábados por la noche. Sale de casa recién duchado con el pelo todavía mojado de gomina o gel fijador. Queda con Matt en el pub. Se toman dos o tres cervezas de medio litro, las bien llamadas pintas. Escucha más de lo que habla y ríe más de lo que siente. Pronto vendrán las niñas de uniforme. A. no llevaba falda de cuadros ni camisa. Aparecen Hans y Mery. Dos o tres cervezas más. Irán al club frente Cornersquare. Pagará la entrada y dejará la chaqueta. Joder qué frio hace siempre en esta ciudad. Pedirá una ronda de cubatas y beberá sorbo a sorbo la primera, la segunda... Acabará borracho y buscará las horas con A. en el cuello de alguna incauta.

En pocas palabras...

... tengo ganas de que me mimen.

11/01/2008

Está claro...

...antes era azul y ahora no me decido entre el rosa y el verde. Está claro, me apetece ir al teatro y voy. Aunque no vengan los demás. Aunque siempre tenga que decir "Esto es importante porque me apetece hacerlo", pues no lo digo, ea, quien quiera venir que venga. Parece que siempre hay otros ratos para pasar juntos. Allí me encontraré un interés con peluca larga y gorro cool de comeflores desfasado. Un lunar con cara me pedirá algo de lo mío y se lo daré, aunque niegue conocerme. He visto ojos más bonitos y que me reconocían mejor.
Luego cenaremos con risas y sardinas, como nunca hacemos y como nos encanta hacer. Nosotras. Como siempre que es así, cuando no es de otro modo. Porque nos bastan las ráfagas de un coche para divertirnos. Aunque no nos hayamos tomado tres cervezas como aquel día ni seamos primas hermanas de Melopeo. Lo que yo te diga. Hay que reírse más.
Mientras Drácula invade las calles y no me disfrazo de vampiresa, volvemos a decir los números del revés y a llenar de auxiliares las preguntas, de eso se trata, de los auxiliares. Pero eso no lo cuento, porque parece una tontería y estoy orgullosa. Lo que no se entiende es que una se enorgullezca de cosas pequeñas, total, las grandes las ve todo el mundo. No sé si me explico.