5/24/2008

Walking around

Es lo que hay.
Adoro esa frase, déspota y absurda, sincera, clara e inmovilista. Como dar vueltas en círculo a una piedra rota por el peso paso de los años. Aunque las personas no somos piedras, también nos rompemos. A veces cicatrizan también las heridas. Bueno, esas siempre cicatrizan.
No sé. Hace frío en este estado comatoso de sinceridad errante.
Reproduzco música con youtube.
Sólo eso. Escucho, siento. Me gusta un poco de inmovilismo mental, centrarme en el sensorial; dejar que las notas marquen emociones, situaciones, pensamientos. Dejar volar la mente y que la música la guíe (ruptura de diptongo, recordad).
Let's do something amazing
Let your body go
Let's make a love to excite us.
Descubrir, con el espíritu abierto de los niños, cómo te peinas por las mañanas o cómo te avergüenza pensar que no sabes algo que deberías saber. Desterrar el conocimiento social del que tenemos del mundo. Sentarte bien y seguir escribiendo.
No soy una diva veinticuatro horas, agota tanta divinidad. He dejado el disfraz de perra en la tintorería y me han dado una sábana translúcida a cambio. La he anudado a mi cuerpo y parece que no se cae; es suficiente con que tape lo que quiero tapar.
Te vas y te espero. Te busco y te encuentro. Te odio, te quiero. Te dejas, te dejo.
Tantas emociones por cubrir, que no se vean, que no se intuyan. Y la gente ve más allá de tus palabras, de lo que dices y de lo que no. De lo personal; la gente lee e interpreta en un feedback continuo de comprensión incomprendida.
La fijación del texto, de fondo, en un rumor casi imperceptible... ¿qué texto describe qué? ¿por qué es cómo es? Simplemente, porque, sino, sería de otra manera.

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