7/08/2008

Palabras

Hoy me ha llamado un amigo.

Hemos estado hablando y le he contado algunas de las ideas que tengo en la cabeza en versión apta para realistas. Después de hablar me he quedado un poco triste. Siento que mi sueño se ha alejado un poco, casi me lo creo menos. Se me olvida la fuerza de mi corazón y las ráfagas perennes de seguridad que me dan cada tarde. El miedo me pisa el corazón. Mi niña se asusta, mi lado práctico me sermonea y el adulto me habla de paciencia y esperanza. A ver qué pasa.

Palabras, siempre palabras que complican.

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