7/29/2008

love, love, love

Las noches que estés triste iré a hacerte cosquillas en las plantas de los pies. Disfrutaré de tu risa y te acariciaré la cabeza hasta que duermas y los sueños sean otros que yo no sé. Cuando te pongas tonta y mimosa y quieras un abrazo y casi se te haya olvidado que tienes una amiga tan cerca, volveré a reírme contigo y a contarte chistes malos sobre hombres sin cabeza y botellas de leche. Te invitaré a comer a un japonés y te haré un moño con los palillos mientras pinchas la ensalada con un tenedor. Usaré mis poderes mentales para hacerte saber que eso es un mundo nuevo y que no debes asustarte. Cuando llegues a casa cerraré la puerta para que no entre el frío y me sentaré a tu lado para reírme (otra vez) contigo.
Todo esto viene siendo lo mismo que saber que hay cosas que están delante y nos tiembla la mano al intentar cogerlas, aunque queremos, aunque sabemos, aunque podemos. Es el momento justo de duda, de ¿y si no puedo? Por eso, por si aparecen dudas, te enseñaré a drogarte con los paisajes, a vivir en éxtasis como San Juan, a oír la cítara de Fray Luis y a pintarte las uñas del color que quieras para el alma.


La nouveauté, ma cherié, toujours une nouvelle opportunité...
Sé que las olivas
no se recogen solas.

2 comentarios:

Nuskens dijo...

Qué bnito es leerte! ;)

anica dijo...

que bonito anat.La verdad es que sabes expresarte mejor por palabras escritas que por palabras aéreas, jeje

TQM

Ana