Olvido García Valdés
La intuición empírica del pájaro le lleva
a elegir el faorl que un saledizo ampara
para ampararse él mismo del invierno.
Quisiera que me intuición supiera
elegir, ver de qué modo
la noche pudiera quedar fuera
(víscera de cavernas magulladas,
náusea y frío o aquella pesadumbre
sin raíz). Quisiera señalar y
(llamando a la hermosura) decir:
ven; que el corazón fuera ligero
y mirara y al mirar dijera: te amo,
como un ángel de Giotto que bajara
hasta Joaquín. Te amo,
debió sentir que le decía,
y que quería decir: puedes amar.
Y todos estábamos vivos, Tusquets, Barcelona 2006. Página 65
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