¿Repetimos?

Otra vez, sentada frente a los apuntes, intentando resumir datos que ni recuerdas haber escrito (muchas veces porque ni siquiera los escribiste). Otra vez el frío helándote los pies y las ganas de hacer cualquier otra cosa diferente, otra, la que sea. Otra vez echar de menos a los amigos y cabrearte contigo misma por la imposibilidad de hacer otras cosas. Otra vez reírte cuando te encuentras enfrascada en una pregunta sin solución aparente y tan friki como "Si El sí de las niñas es un alegato contra los matrimonios concertados y desiguales y a favor de las mujeres... ¿el No de los hombres podría ser el título de una obra contraria?" Otra vez sentirte un personaje de novela e identificarte con todos los estilos y corrientes que estudias (al fin y al cabo a eso se le podría llamar experiencia ¿no?) y al fondo descubrir porque elegiste Filología, porqué te gusta leer y tener ganas de regalar (más) libros al mundo. Otra vez, la misma bronca contigo misma por no haberte puesto antes y darte cuenta de que nada es tan difícil que resulte imposible (vale, menos resucitar a los muertos, que más que imposible me parece aterrador). Otra vez meterte datos en la cabeza para engañar a un profesor diciéndole que sabes y te de la nota mínima para poder disfrutar del resto de las asignaturas de un p.... vez (y es que hay profesores de lo más egoísta). Vale sí y también, otra vez, publicando entradas para evitar estudiar... ¡Cómo me gusta esta nueva conciencia! Me voy a seguir mi reconciliació con Unamuno, Clarín, Galdós y mi vecino del sexto que ya sabéis que, en esta época, me visita a menudo.