Vais a permitirme que baje la voz, hable un poco en susurros y quizá con algo de hipo.

Me he encendido un cigarro, uno de esos que ya vienen hechos y tienen poca personalidad. Diré que fumo tabaco de liar porque es más artesanal...

Este año que se acabó, se acabó. Este año que empieza está apenas naciendo entre la comisura de los labios de la gente y, en nada, nacerá de los lápices de los niños en sus cuadernos de colegio... ¿o ya no se llevan los cuadernos?
El 2008 se acabó con miles de lágrimas y empieza el 2009 con un continuo espacio-tiempo, por mucho que nos empeñemos en hacer corte y cosa nueva. Los milagros ocurren cada día despacio y a poquitos, como todas las cosas buenas. A poquitos.