1/18/2009

Eufemismos

Estar sola era un eufemismo, sentirse sola también. Todo venía a decir que, realmente, tenía miedo, vergüenza, pena, pánico. El mundo daba vueltas y yo no giraba lo suficiente, pero me decían que me pasaba de rosca. No lo entendía.
Ahora tampoco; el imperfecto es sólo uno más de los tiempos posibles del castellano. Nada más. Lagüéns me matará el día que encuentre este blog. El nombre correcto es español. Importa poco, a mí me gusta castellano, aunque debería decir aragonés.
J. no entendería nada, Q. tampoco, L. está muerto y el otro día fue su cumpleaños. Me han abierto en canal, derramado mi sangre y no me queda más que seguir retocándome la nariz con polvos de la risa. Sé que no ha sido a mí y que soy una egocéntrica; todos somos humanos. Me he cansado de estar en el banquillo y planeo viajes. El futuro es mío y lo empeño a módico precio con dudosos prestamistas. No puedes fiarte de ninguno, sólo de todos.
Tecleo dos letras más y me rompo una uña, luego otra, otra, otra... demasiado largas para el teclado que utilizas. O las cortas o cambias de teclado. La alcancía no tiene dinero para nada y me dieron tan poco por mis sueños que lo invertí llamando a un teléfono fijo. No respondió nadie.
Necesito un manual de instrucciones y un poco de calor en la garganta. Tú nunca te rindes. Hasta que lo hago y dejo de vivir aquí y ahora y vivo en cualquier otra parte donde no hay nada de realidad. He rotulado un hilo azul de la muñeca al codo; no hay sangre: estoy muerta.
Muerta, abierta en canal y con colmillos. Voy a absorber todo lo que el mundo tenga para ofrecerme y lo que no, también. No importan los números en el antebrazo ni los cuchicheos de la gente al verme famélica, rapada y enferma. Azotaré conciencias cada día. No importa cuántas veces te acompañe al hospital, lo más duro será el día que tengas que venir a por mí.
Conecto con la emoción y todo me suena a superchería.
Conecto con la emoción y me duele.
Llegan los fantasmas a pedir explicaciones; al final, tendré que contarlo todo y, entonces, sabremos la verdad.

2 comentarios:

Isthar dijo...

Hay una frase que me encanta que dice que podemos encontrarnos con nosotros mismos en cualquier momento y que ese pude ser el instante más feliz o la más amarga de las horas.

Es curioso como en ocasiones nos vemos también a través de los ojos y letras de otros.

Vanlat dijo...

Lo más curioso de todo es que sólo nos vemos a veces... No sé si me explico...