7/08/2006

Nacer, crecer, morir o de cómo la vida puede cambiar en un solo momento sin que sepamos (I)

Cuando creé este blog, buscaba la manera de expresarme con libertad, sin que mi nombre, mi imagen, ni nada de lo que ya era, ni la gente que ya conocía pudieran coartarme. Con el paso de los días y de las conversaciones acabé dándome cuenta de que lo único que me limita soy yo.
Así, conforme iba escribiendo empezaba a hablar de mi y de la gente que me rodea y esto creció un poquillo. Pero no poder decir mi nombre, ni poder mostrar una imagen no acababa de gustarme. Después de mucho pensar, de mucho irreflexionar sobre el mundo, de buscarme en alguna parte de algún lugar decidí seguir sin hablar de este blog a nadie pero deciros mi nombre, mostraros mi rostro... en el momento en el que sea preciso.
Este blog parece casi como un novio, jejeje. No se lo presentas a tus padres hasta que llega el momento oportuno, y te vas descubriendo un poco en él, un poco en tu mundo, un poco en todo.
La verdad es que la idea que hoy tenía sobre lo que iba a escribir ha ido variando bastante desde que la concebí (allá como a la 13) hasta que me he puesto a escribir. Al principio quería hablar de una de las primeras personas que apareció en este blog o mejor dicho de cómo ha afectado a mi vida a pesar de no ser absolutamente nada en realidad.
¿Por qué está escrito realidad? Porque ayer descubrí, gracias a alguien que no tenía ninguna razón (en el sentido de deber) para estar donde estaba ni para decir lo que dijo... pero lo hizo, que la realidad en el sentido pleno, concreto y social en el que la entendía hasta ahora no existe. Ich meine, sí existe, pero no es importante. Lo importante es el momento, lo que nosotros vivimos.
¿Alguna vez habéis conocido a alguien que haya dicho exactamente lo que vosotros pensáis? En el mismo instante en el que vosotros no érais capaces de hacerlo o quizá en el momento en el que algo os había bloqueado esta idea. Estoy leyendo y no me gusta demasiado, creo que es el alcohol y el cansancio, así que reflexionaremos en otro momento sobre la irrealidad de la realidad.
Saludos
Anat

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