5/27/2010

Me siento rara notándome los huesos. Antes no me los notaba. Notar tiene la palabra no dentro. Y dicen que no es bueno. Que cada uno entienda lo que pueda. Es lo mismo que el cerebro. El cerebro tiene que pensar que para eso está hecho, si uno no le da ocupación él se lía a pensar sus cosas y entonces vienen los problemas. Pero claro es que hay que pensar y sentir, porque si uno sólo piensa y no siente, la lía parda y acaba en un berenjenal que no te menees. Pero si uno sólo siente y no piensa también, así que menudo arreglo tiene esto. Estar atento, atento a todo, porque a veces las emociones son sólo emociones y emoción como todo el mundo sabe es momentánea y pasajera. Luego se acaba o, lo que es más exacto, cambia y volvemos a tener el lío. Y una madeja con mucho lío acaba haciendo nudos y los nudos no se quitan estirando flojito, no. Los nudos, para deshacerlos bien, suponen dejar todo en lo que se está y sujetarlos con dos deditos y tirar un poquito del centro y lentamente ir abriendo hueco. Para eso hace falta paciencia y tiempo. Según el nudo claro, no es lo mismo el nudo de un hilo de algodón que el del pelo de una niña de tres años. Para los suspicaces, el de la niña es mucho más importante. Así que si me lo permitís, voy a desenredarme.

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