7/21/2007

Al final...

parece que no soy la única que se siente incomunicada, mi querida Cocò lo expresó mucho mejor que yo con su opción silenciosa

1 comentario:

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

El teléfono y yo mantenemos una intensa relación de amor-odio. A veces creo q si no existiese (erradiacando así de raíz la posibilidad de obtener o no respuestas)sería más feliz, o más serena, o menos neurótica, o menos impaciente, qué sé yo. Escribiríamos (más) cartas o saldríamos a la calle en busca de la persona requerida. Y no andaríamos todo el día a la espera dependiendo de un aparatejo de ondas expansivas y detonadoras para los que no nos atrevemos a atravesar el umbral de la voz.

pfffff....


en fin, muchos ánimos y no desesperes, lejos o cerca de aquí hay muchas vivencias esperándonos, solas o en compañía.

un besote, cuídate


pd. gracias por la reseña ;)