3/16/2010

Que no me importara

Quería que no me importara.

Ya sabes, seguir andando con la sonrisa y bailar la canción más heavy del bar. Cruzar los pasos de cebra pisando sólo lo blanco y pararme en seco después. No mirar atrás y si se me escapa una lágrima, cazarla con la lengua.

De verdad que quería que no me importara.

Y vivía, tomaba cervezas después de trabajar, daba paseos nocturnos y me reía con nuevos o viejos amigos cada nada. Seguía con mis libros, de vez en cuando garabateaba palabras en un papel, fumaba y bebía café.

Quería que no me importara, pero me resultaba difícil. Muy difícil. Y acabó por importarme, claro.

Pero tú no te preocupes, que ya sabes que siempre salgo del barro. De vez en cuando se me cae la coraza y hablo un poco y reconozco que, desde que te fuiste, me falta un violín. Y se me empañan los ojos y me invento realidades alternativas. Y alguna que otra, lo digo, a ver qué pasa. Y no pasa nada. No nos cruzamos ni suena el teléfono. Mi madre decía que las palabras son evocadoras, pero a ti no te traen. Y anochece y amanece y el mundo vuelve a empezar.
Día a día, amontonando piedras.


Imagen de A.I para Información.es

2 comentarios:

Alma(gato) dijo...

Que yo también quise que no importara.
Pero el caso es que importa.

Que siempre vengo y nunca digo nada.
Y realmente estoy muy cerca de todo lo que dices, aunque sea en el silencio.

Marcus dijo...

Es muy lindo lo que escribiste. Desde Octubre del año pasado que estoy pasando por este proceso aunque, por desgracia o no, cada vez menos.
Me tomé el atrevimiento de robarte una frase ("No mirar atrás y si se me escapa una lágrima, cazarla con la lengua."), porque me gustó mucho, de copiarla y usarla como nick en el Messenger.