7/28/2009

Estoy cansada.

Estoy cansada de tener que jugar al tute porque no nos llega para un guiñote. Estoy cansada de contener las lágrimas en el armario rojo del salón. Estoy cansada de verte la sonrisa en fotos y que nunca sea para mí. Estoy cansada de acoger bronquíticos con sueño. Estoy cansada de poner las manos por delante cuando tropiezo. Estoy cansada de depilarme y seguir encontrando pelos al mirarme las piernas. Estoy cansada de tener que usar almohada. Estoy cansada de llegar a casa y desnudarme para tener que volver a vestirme. Estoy cansada de dormirme sola y despertarme (más) sola (todavía). Estoy cansada de ofrecer un plan y que sólo salgan alternativas. Estoy cansada de no poder cambiar de idea porque sí. Estoy cansada de justificar mis estados emocionales con algo más que sí y no. Estoy cansada de tener que decir en voz alta qué quiero cenar, cómo me siento y el color de la ropa que llevo. Estoy cansada de esperar la palmadita en la espalda que no llega. Estoy cansada de transformarme en niñata cuando tú eres adulto y al revés, porque yo siempre me siento desubicada. Estoy cansada de llevarme el saco de la verdad a todas partes. Estoy cansada de cargar con una espalda de metal. Estoy cansada de ponerme tacones de 10 centímetros con los que ya no estoy cómoda. Estoy cansada de no llorar porque no es el momento. Estoy cansada de morderme la lengua. Estoy cansada de cicatrizar. Estoy cansada de destrozar y reconstruir. Estoy cansada de que me vendan cosas. Estoy cansada de los plurales venidos a menos.

Estoy cansada de saber que no estoy cansada de vivir.

4 comentarios:

Lara · Sunrise dijo...

Uf...

Dolo dijo...

El cansancio, como la tristeza, como el miedo, tiene tantos disfraces....

Irene Domingo dijo...

creo que es demasiado inspirador.
me voy a copiar.
además, me encanta esa fuerza desinhibida que tienes al escribir.

La Poesía es un Cuento dijo...

"Los plurales venidos a menos"... Qué bonito.