4/20/2009

Abrí el correo y me sorprendió no encontrar nada.
Me di cuenta de que había dejado de esperar que escribieras.
Había dejado de esperar
una llamada, un mensaje, una carta, una canción, una palabra;
había dejado de esperar algo de ti.

1 comentario:

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Cómo te entiendo. Yo también creo que ya no me sorprendo, que es lo habitual que no me escriba nada, que ya ha pasado mucho tiempo para que siga acordándose én las horas en las que solo se tienen palabras para desearse y devorarse cuando no se puede ver ni tocar. Pero no, la única mirada perdida ante una pantalla silenciosa es la nuestra, mientras ahí fuera está teniendo lugar la vida. En fin, vendrán otros mensajes.Ojalá. Un abrazo