12/14/2008

Un poquito de autocompasión

El año pasado (y además por estas mismas fechas -no preguntéis porqué lo sé-) recorría los pasillos de la facultad diciéndole a M. que no hiciera el idiota, que uno no puede soñar con una vida diferente cuando ocurra que...
Ahora me llama y me cuenta lo diferente que es su vida lo que viaja y la cantidad de cosas que hace mientras yo sigo sentada en la misma silla frente al mismo ordenador colocado en la misma posición de la misma casa en la misma ciudad del mismo país que entonces. Pero yo no soy la misma. Después de las vacas gordas, vinieron las flacas y todo lo que decía a M. que no podía hacer empecé a hacerlo yo. MECK. ERROR.
Total que me vi soñando con como será cuando..., quién será el que... y demás fantasías de... (estaba buscando un animal al que compararme, pero creo que no hay ninguno tan tonto). Me repito a menudo, pero es la única manera de enterarme y es que el momento es AHORA. Por eso voy a salir a bailar cada noche hasta que se acabe el mundo (o hasta que me canse, lo que ocurra antes) y cuando la calle me pregunte qué hago otra vez ahí sólo responderé que es la primera vez que paso.
¿Alguien se anima?

2 comentarios:

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Nunca viene mal , un puñado de autocompasión de vez en cuando...luego una sube con fluídez y energía....adelante!!!


besos

samsa777 dijo...

Danzar hasta que el mundo aguante... Me gusta la idea.