Realidad

Es lo que tiene la vida, supongo.
Te empeñas en ver el mundo, en diseñar el mundo con una gama de colores, texturas y emociones mientras él va por libre.
Y de repente... ¡sorpresa!.
Te das cuenta de tu error (los de los demás los dejamos para ellos mismos).
Ahí estás, frente a frente con tu hecho (una de esas cosas que no puedes cambiar, lo hecho, hecho está)
Y te preguntas cuándo empezó...
O mejor dicho, cuándo empezaste tú a hacer eso, a repetir la misma emoción sin escucharte.
Al menos esta vez... esta vez lo has visto antes que otras y eso ya es un paso.
Esta vez parece que la idea no te había abandonado y el castillo de naipes no era demasiado alto.
Esta vez no hizo tanto ruido al caer...
Por fin pareces estar aprendiendo a meter la atracción psicológica en el bolsillo... esa misma que luego tantas penas te ha traído...