Tengo una cabeza, con sus dos orejas,su mata de pelo, sus dos ojos, sus dos cejas, su montón de pestañas, su nariz, su boca, sus dientes, su lengua, su cuello, sus pecas y unos cuantos granos.
Tengo una cabeza que dicen que guarda mi cerebro dentro y digo dicen porque parece que anda de vacaciones en algún lugar, sin muchas ganas de volver a su sitio.
En fin, que cómo me diría un amigo, ¡que grande es ser vividor! Como siga prometiendo que quiero hacer y no empiece a hacer voy a acabar tirándome por un puente... el único problema es que hacer supone acabar etapas, empezar otras y eso es tán fácil dejar que ocurra solo y luego quejarse... decir que tú no querías, romper una lanza contra la vida (otra más de esas que disuelven en el aire). Mi cuerpo necesita acción y mi mente (que como ya he dicho anda de vacaciones) se aletarga en algún lugar. ¿Será esta la hora? Agárrate los pantalones y vuelve a mirarte al espejo y reconócete otra vez en él y no olvides que esa es tu cara, ese tu reflejo y que lo que seas mañana seguirás siento tú misma. Deja de escribir y actúa, convéncete, ha llegado el momento, princesita de hacerte reina. Saca la baraja enseña tus cartas y luego manda la mesa (con las cartas encima) a tomar por culo.