Engánchame en una cadena de palabras,
deja que me clave los eslabones de tu piel,
recorreré las pecas de tu espalda
mordiéndote a poquitos.
Azótame con besos con sabor a miel,
enséñame lo que no quieres que aprenda...
Déjame robarte la vida sólo pidiendo un refresco.
deja que me clave los eslabones de tu piel,
recorreré las pecas de tu espalda
mordiéndote a poquitos.
Azótame con besos con sabor a miel,
enséñame lo que no quieres que aprenda...
Déjame robarte la vida sólo pidiendo un refresco.
5 comentarios:
El amor conquistando al estilo troyano...
Genial. De verdad, todo el poema.
Me ha encantado esa expresión, "mordiéndote a poquitos", argh, ¿se puede espresar mejor?
Salpica sangre...
¡Que vuelen los sentimientos!
"expresar", perdón (entre el "balija" del bufalo del otro dia y esto me estoy luciendo..)
A mi me ha gustado mucho, demasiado, el último verso, y me das bastante miedo.
Menos mal que hay unos miles de kilómetros de por medio.
(Quacking: eres luz, luz de luz)
Saludos a ambos.
¡Gracias Quacki! Palabras y palabrejas, cambian cada medio centenar de siglo... Que vuelen a vuelen... POr cierto ¿amor?
Abenyusuf: ¿miedo? Apareciendo de la mano de Búfalo (o del pie, según los vasos que haya roto) no debería asustarte. Mirando hacia atrás hay alguna foto mía... por si la cara te dice algo.
Si, me refería al último verso.
El amor tiene un punto de voracidad insaciable...
Pero vamos, es una interpretación.
Saludos!
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