Déjame que te cuente...
Esta mañana hacía un frío horrible. Quizá no tanto. Era todavía de noche cuando salí. ¿Qué te decía? Sí, esta mañana hacía un frío horrible y tú te empeñabas en quedarte en tu peca correspondiente. No había manera de hacerte hablar y empezaba a cansarme de tanto silencio. Sentía el viento en mis ojos y casi no podía abrirlos. Todo daba bastante asco. Vomité.
2 comentarios:
Aunque no te haga casi nunca comentarios, que sepas que me encanta tu blog....magnífico!!
besiños
Gracias Carmen (me he puesto roja)
Besetes para tí también y comenta cuando quieras y cuando no quieras no... a tu libre albedrío y elección ;)
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